martes, 8 de marzo de 2016

Restaurante Nerua en el Museo Guggenheim de Bilbao


Nerua es un restaurante con una estrella Michelín ubicado en el Museo Guggenheim de Bilbao y  dirigido por Josean Alija. En él combinan tradición, sabor, minimalismo y elegancia.


En la entrada se encuentra la cocina donde se puede observar las diferentes zonas de cocinado, fondos, principales, segundos y postres.

El local es cálido, blanco, luminoso y con vistas al Museo. Las mesas son redondas, amplias y muy espaciosas.



Es de mencionar que tienen además de una amplia carta de vinos, el maridaje sin alcohol que elaboran para acompañar cada plato.

Para comenzar la experiencia, mientras nos explicaban la cocina nos dieron tres aperitivos:

Caldo de puerro y calabaza. Con un gran aroma y olor. Buenísimo.

Croqueta de jamón sin jamón. Cremosa y la masa hecha sin harina, con el caldo del propio jamón, envuelta en pasta filo y con pan rallado. La textura de la masa era muy cremosa.

Torreznos de piel de bacalao. Con la piel de bacalao limpia, se añade en aceite muy caliente, y ella misma se sufla cual torrezno. Añadimos pimentón de la vera y ¡Espectacular!.


Taro con fondo de alubias. El talo es una planta tropical muy popular en la gastronomía de la Polinesia Francesa.  La textura era como de una patata cocida o similar, algo menos denso de las alubias pero parecía totalmente.



Alcachofas confitadas, almendra, fondo de jamón y hierbas aromática. Un fondo espectacular con unas alcachofas cocinas al punto, resultado impresionante.




Txangurro,coco y menta jengibre. Txangurro desmigado con un sabor un tanto exótico, un plato algo oriental.




Foie gras atemperado nabo blanco y menta naranja. Plato pesado pero muy rico, con el nabo que aportaba frescor y textura tipo patata.




Cigala, caldo de legumbres enokis, curry y menta. Platazo de la comida, una combinación muy sabrosa, con los enokis que son champiñones enanitos monísimos. Un acierto.




Ostras, borraja, jugo de cebollino y hierba limón. Con efecto crocante, atemperadas con su jugo. Un detalle pues crudas tienen una textura más dificil. Ricas.



Pieza de vaca, puré de almendra y jugo de setas.  Un corte con un sabor a brasa increíble, nunca había probado algo igual, acompañado de un puré de almendra amarga que le aportaba un toque diferente.




Rodaballo berza y mostaza. Un producto muy bueno cocinado de una manera inmejorable, aunque hay que decir que la salsa como no soy muy de berza a mi no me gustó demasiado.




Molleja de ternera asada en manteca negra, hojas de brócoli, pimienta y nuez moscada. Riquísimas, con mucha intensidad y una textura estupenda.





Mochis. De Manzana y estragón, Crème brûléehibicus y queso y yuzu y semillas de calabaza. El más sorprendente y rico fue el de crème brûlèe, seguido del de manzana, el cual el relleno era tipo compota muy sabroso. El de queso, algo fuerte, era tipo cabrales o así pero agradable en boca.

 



Plátano al whisky, café y cacao. Helado de chocolate con mucho sabor combinado con el toque de whisky muy potente.





Crema de calabaza y vainilla. Buenísima, dulce y muy cremosa.
Mini madaletas de limón. Suaves y agradables.
Buñuelos rellenos de crema con chocolate. Un pecado caliente.




Un sitio especial dónde poder comer tranquilamente disfrutando de un buen ambiente. Es un privilegio poder combinar arte, gastronomía y minimalismo en una ciudad tan bonita como Bilbao.


Precio por persona: 95/155 euros.

Link del restaurante:  http://www.neruaguggenheimbilbao.com/

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